La revolución

19 junio 2006

La Iglesia, enraizada siempre en el Evangelio, vive en la sociedad de hoy. Tras el Concilio Vaticano II, tras descubrir el significado del Pueblo de Dios, hombres y mujeres se alegran con sus creencias que se hacen vida. La creencia, que no ideología, invade desde hace a?os nuestra sociedad española. Cierto es que nuestro Estado no es confesional, nuestro Estado es aconfesional, que no laico, por eso, la libertad religiosa se hace realidad poco a poco. Iglesia, Cultura y Comunicación intenta ser un blog de comentarios personales sobre estos tres temas que me apasionan y apasionan a muchas personas, católicos y no católicos, del mundo de la comunicación o del mundo de la educación o de cualquier otro. Necesitamos que la Cultura sea Cultura de verdad, que el pensamiento único se abra a la pluralidad. Y la Comunicación, la tan deseada Comunicación que centra la vida del ser humano necesita también ser aprendida y puesta en práctica.
Como dice Ignacio Gómez-Landero, la Iglesia debe implicarse a fondo en la revolución digital. Porque esta revolución supone un salto cualitativo en nuestro avance como humanos y esto significa que nuestras formas de comunicación van cambiando, el lenguaje se caracteriza por la sencillez de términos rápidos que atraen con la imagen y resumen con un titular.
Son muchos los que critican a la jerarquía eclesial, sin embargo, ellos, los que han sido nombrados pastores y servidores de la Iglesia, apuestan por adaptarse al cambio que supone esta revolución. Esta nueva realidad no menosprecia la sencillez de una hoja posándose en el suelo, la naturaleza que envuelve nuestro planeta, la contemplación con nuestros sentidos, como decía Ignacio de Loyola. No, al contrario, nuestros sentidos son el mejor don que el Se?or ha regalado a los hombres y las mujeres de siempre. Es necesario potenciarlo, utilizarlos, escuchar los pájaros, contemplar con nuestros ojos las olas que golpean las rocas, oler la primeravera que nace, sentir el tacto de una hoja que nos devuelve a la vida. Pero estamos en el mundo, laicos, sacerdotes y religiosas, estamos en el mundo. Y hoy es la era de la comunicación.

0 comentarios: