
Hoy estuvo en Santiago intentando reavivar el gusanillo de la comunicación institucional en Vicarios y delegados diocesanos de Galicia. Labor nada fácil porque este concepto incluye la comunicación interna, algo que en la Iglesia es complicado. Porque muchas veces manejamos información de la intimidad de las personas, pero sobre todo, porque la Iglesia no está acostumbrada a compartir la información. Todavía hay personas que creen que el poder está en la posesión de la información y no, el poder se encuentra en la buena gestión de la información.
Hace uno año la Fundación Santa María publicó un informe realizado por el amigo Fernando Vidal sobre los medios de comunicación y la Iglesia en España. El panorama analizado sociológicamente y a través de entrevistas personales, es desolador. Los eclesiásticos lanzan su "mea culpa", pero ¿y los medios de comunicación? Disiento de este estudio porque desde el año 2003 las diócesis han profesionalizado los gabinetes de comunicación y quiero pensar que las entrevistas realizadas en ese estudio fueron anteriores. Se han dado mucho pasos, a veces, gigantes. Estamos en camino. No llega con contratar a un periodista, sea laico u ordenado. Ahora hay que seguir preparándose, confiando en la persona responsable, planeando estrategias... Porque como repitió hoy incansablemente Isidro Catela: "Tenemos la mejor noticia, la del Evangelio". Los periodistas que trabajamos en la Iglesia española tenemos vocación de servicio. Ojalá pongamos siempre los mejores medios para llegar al fin que perseguimos. A veces, lo conseguimos; otras, no. Pero somos incansables.
0 comentarios:
Publicar un comentario