LA TELEVISIÓN, EN FAMILIA POR FAVOR

20 mayo 2007

Domingo de Ascensión. Domingo de Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Este año nos centramos en los niños, en la educación de los más pequeños de nuestras casas. El genial mundo de la televisión es un arma de doble filo: pueder ser un medio imprescindible para la comunicación y para la educación; pero puede ser un medio innecesario para la violencia y el sexo gratuito. Hay muchos padres que creen que en horario infantil los programas son adecuados para los menores, pero no es así. Las televisiones se saltan la legalidad y es curioso cómo las administraciones dejan pasar el tiempo. ¿Hasta cuándo?
Hace unas semanas el editorial del New York Times pedía protección para los menores:
"La Comisión Federal de Comunicaciones propone una extensión de su autoridad sobre la radio y sobre la televisión por cable y ha preparado un informe para el Congreso.
El acceso a la programación de contenidos violentos está recogido sólo para los adultos pero habría que regularlo también para los menores y los juicios sobre "lo que es excesivo" son, a menudo, subjetivos.
Los niños deberían ser protegidos de imágenes violentas y este problema se ha agudizado con la llegada de las nuevas tecnologías por lo que se debería dar a los padres más información sobre el chip que impide la entrada de menores a la visualización de contenidos tanto en televisión como en TiVo y YouTube. En este sentido la televisión debería aprender de los fabricantes de vídeojuegos y revisar sus programaciones".


Sin embargo, en España la reflexión se hace en profundidad pero no se lleva a la práctica. ¿Acaso los dibujos animados, simplemente por ser "dibujos" y "animados" van dirigidos a los niños? Ejemplos tenemos muchos.
Ante la incapacidad de las televisiones de autorregularse, los padres, que son los primeros educadores, no pueden escapar de su responsabilidad y pretender que la televisión se convierta en la medicina ideal para que el niño "no llore", "se calle", "se calme"...
No estoy en contra de los programas de televisión, al contrario, creo que a través de ellos podemos construir una sociedad un poco más civilizada, pero en este momento actual, la programación se rige sólo por los presupuestos, los niveles de audiencia, el morbo... Por eso, la televisión, EN FAMILIA. Siempre es una oportunidad para dialogar con nuestros hijos sobre los temas que sugieren las imágenes, una oportunidad para educar a los niños, para explicarles la realidad, para transmitirles los valores que pensamos imprescindibles.
Hay estudios que indican que la violencia de los niños aparece por el visionado de tantos programas violentos en la televisión. No estoy de acuerdo:
1. Esos estudios se realizan por entrevistas no a través de la observación de hábitos
2. Cuando llegan a esa conclusión, esos niños que son violentos ¿qué tipo de familia tienen? ¿en qué ambientes se mueven? ¿cómo son sus amigos?
3. La televisión no es la culpable de todos nuestros males, es un aspecto más entre muchos otros que invita a los niños a copiar actitudes y comportamientos.

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